Bacchus rompe su jarra de vino en el suelo, intoxicando a todos los enemigos cercanos e ingligiéndoles daño. Si está borracho, Bacchus gana daño físico debido a su enfado por haber perdido su vino.
Habilidad: Área Afecta: Enemigo Daño: Mágico Radio: 30 Daño: 250/325/400/475/550 (+70% de tu poder mágico) Intoxication Debuff Duración: 8s Buff Mágico: 20/30/40/50/60 Buff Duración: 5sLa Historia De Bacchus....play para lectura automatica.
Come, bebe y disfruta, ya que mañana puedes morir. Nadie se cierne más estrictamente a su credo que Bacchus, el Dios romano del Vino, el comportamiento lascivo y la locura.
Tras pasar gran parte de sus años de formación con su increíblemente intoxicado mentor Solinus, a quien Bacchus quiere como a un padre, el Dios del Vino es ahora un trotamundos y un profesor. Ha viajado a través de Asia, de la India, y finalmente regresó a Roma, difundiendo los "Misterios del Vino", un ritual que implica grandes cantidades de vino y pocas inhibiciones, libre de las ataduras sociales, la opresión de género, los tabús sexuales y el estrés de la vida. Un ritual bastante exitoso, si es que alguna vez se celebró.
La mayor parte de este ritual parece provenir de Solinus, muy conocido por tener un vasto conocimiento secreto y la capacidad de predecir el futuro, aunque solo completamente borracho. El rey Midas, deseando tal conocimiento, capturó a Solinus, dispuesto a extraérselo proveyendo al erudito de la mejor comida, bebida y entretenimiento que pudo reunir. Bacchus logró rastrear a su mentor hasta la corte de Midas y lo encontró bien alimentado y cuidado. Rápidamente, Midas mintió, alegando que Solinus se había perdido y que él lo había acogido. Viendo a través de su artimaña, Bacchus ofreció al monarca una bendición. Midas pidió que cualquier cosa que tocase se convirtiese en oro. Sin dudarlo un momento, Bacchus le otorgo dicho poder. El rey probó su nuevo regalo en una ramita y en una piedra, para encontrarlos convertidos completamente en oro. Eufórico, Midas organizó un banquete, pero su comida se convertía en oro en sus manos y su hija se solidificó con su tacto. Muerto de hambre y enloquecido, Midas rogó a Bacchus que le deshiciese el "regalo". Bacchus accedió, permitiendo al codicioso rey lavar sus manos en el río Pactolus. A medida que el toque dorado abandonaba sus manos, la arena del río se convirtió en reluciente oro.
Por supuesto, producto del continuo cuidado del alcohol y el comportamiento pervertido, Bacchus podría simplemente estar loco.